Tanya es diseñadora, es muy nature y desde luego es muy, muy prolífica.
Su apuesta diferenciadora es el uso de la lana, tanto en sillas, en alfombras, como en sus accesorios.
El consumo ético o el concepto de economía global, forman parte del manifiesto de la Aguíñiga. Una forma de trabajar, basada en la tradición artesana con una mezcla explosiva de influencias entre San Diego y Tijuana.
Yo fiché sus braceletes y sus collares, pero descubrí un mobiliario lleno de sorpresas:
1 comentario:
La última silla me la quedo para el despacho, y la anterior para el office.
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