Chloè, el perfume, fue un flechazo desde el principio, por su campaña, por el diseño de su botella con la cinta rosa alrededor del cuello, y por su fragancia.
Y aunque hace meses que la había cambiado por la archiconocida Infusion D’iris de Prada, el viernes pasado volvió a mí, en forma de regalo sorpresa y en su formato body milk.
Su fragancia siempre me envuelve, y cuando lo hace me sorprendo moviendo la cabeza al ritmo de "Let's Make Love And Listen To Death From Above”... Mientras las veo a ellas, a las tres, moviendo sus melenas rubias, sonriendo en lo que se supone la experiencia del perfume:
Y de las tres, Anja Rubik es la que más me cautiva, por la personalidad que transmiten su mirada y su forma de moverse. Y es que cuando marcas como Prada, Gucci, Armani, Valentino, Chloè, Chanel, Dior, Dolce & Gabbana o Estée Lauder ya han fichado por ella, es porque es algo más que una rubia de piernas interminables.
*Enjoy it!!
1 comentario:
Me gusta! Sin embargo su olor me evoca personas, momentos ... sin llegar a sentirme capaz de identificarlo conmigo (curioso verdad? Despersonalización aromática?? jijiji...)
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