Be positive, be human, be grateful

Un pequeño artículo de la revista Esquire, ha sido esta vez mi post inspiration.

Bajo el título “Salario emocional”, Vicky Vilches en su sección "Bussiness class", habla de la afectividad basándose en un estudio realizado en vacas.

Ya… ya entro en materia, porque así dicho suena raro. El estudio que ha sido realizado por la Universidad de New Castle, en el Reino Unido, y publicado por la revista Anthrozoös, lo explica así Vicky:

“¿Cuál es la diferencia entre la vaca nº1.172 y la vaca Paca? Totalmente cuantificable: las vacas con nombre dan más leche. Hasta un 6% más, una media de 250 litros al año (...) Aunque harían falta más investigaciones, los autores han encontrado una correlación inequívoca entre la producción láctea y el “trato humano” que reciben las vacas. El nombre es sinónimo de un clima de mayor afectividad que hace que los animalitos se sientas más felices y produzcan más.”

¿Interesante no?

Pero su forma de interpretarlo a modo de moraleja lo es aún más:

“(…) apréndete el nombre de tus colaboradores, subalternos, y ayudantes y tendrás equipos más productivos. Si el pasto emocional funciona en las granjas, el salario emocional seguro que da buenos resultados en el trabajo.”

Y no puedo estar más de acuerdo con ella. Necesitamos un trato más cercano, lejos de lo impersonal, que ha sido el sello de las últimas décadas. Estamos ávidos de perspectivas optimistas, y de agradecimientos por lo bien hecho, lo bien planteado o lo bien dicho. Y puedo decir que artículos como el de Vilches o
posts como el de Yslandia, en su página de Facebook sobre mensajes positivos, han dado un push up a mi semana.

Olvidemos eso de compartir sólo aquello para lo que necesitemos ayuda, y hablemos de lo bien que nos va (si procede), sin pensar que pecamos de vanidosos, o como afirma el profesor Martin Seligman, hagamos acopio de “las pepitas de oro de cada día”.

Así que apoyándonos en el post yslandés, aquí va mi grateful message: