Cuando intento acordarme de alguien, generalmente pienso en su pelo, en su sonrisa, en sus gestos al hablar, en sus manos o en su forma de vestir. Pero si le conozco de verdad, vienen a mí, recuerdos de su casa, de su lugar de trabajo, de su caligrafía, de su música favorita o de sus hobbies.
Y es curioso, porque viendo las fotos que hizo Heidi Slimane para la firma YSL, creí por un momento haber compartido más que sólo imágenes con Yves, porque podía recordar sus gafas, su letra y su perfecto tupé, como si hubiéramos compartido una conversación al calor de un café, mientras me dibujaba un boceto de unos zapatos negros con mucho tacón... No descarto que fuera un sueño, o quizá que después de ver tantas fotos suyas, alguna vez recreé ese momento.
*Un trabajo excelente el de Slimane, sus blancos y negros me cautivan.
Por eso hoy miro atrás con los ojos muy abiertos, sólo porque me asombra ver lo que estos dos últimos años han dado de sí.
Analizando bien las cosas, creo que las claves han estado en el agua, los carros y los bombardeos... porque he decido mojarme, me he subido a muchos, y a ver, sí, sí... me apunto a todo ;)
Así que ahora frente a nuevas aguas, Elliot también me pregunta si quiero mojarme...